jueves, 20 de mayo de 2010

Los estímulos del temor y la desilusión

Varias veces he comentado con ustedes (1) que la naturaleza nos molesta para provocarnos, hacernos reaccionar, movernos.

El fenómeno vida necesita estas conductas de los seres vivos.

El miedo es un sentimiento imprescindible para que todo eso funcione.

Si no le temiéramos a las pérdidas, al dolor y a la muerte, seríamos personas inertes.

Por lo tanto, despotricamos contra nuestra cobardía porque:

— es muy irritante tener miedo; y
— necesitamos no perderlo.

Nos complacen las historias en las que el protagonista es valiente, lucha, corre peligros, pero finalmente se salva.

Estas piezas de ficción están en la literatura, en el cine, la televisión y también en la publicidad (imagen).

Los anuncios publicitarios nos ofrecen calmantes, entretenimientos, soluciones (casi) mágicas, que «evitan» todo aquello que nos molesta.

Vemos en un corto publicitario, cómo todo es fácil, alegre, divertido, económico y nos entretenemos como con una buena novela o película.

Lo que en realidad acontece, es que profundizamos el contraste entre lo que nos sucede y lo que desearíamos que nos ocurra.

En otras palabras: cuando percibimos esas historias de final feliz, reforzamos nuestra vana ilusión de que la vida podría ser indolora, cómoda, sin preocupaciones, sin miedos.

Durante el tiempo en que soñamos con esa aparente realidad, nos permitimos creer, soñar, delirar. Se cumplen en el arte nuestros anhelo eternamente frustrados.

Cuando volvemos a la realidad, ésta parece más agresiva porque venimos de gozar con la fantasía optimista según la cual “querer es poder”, o sea “si me lo propongo, lograré ser plenamente feliz”.

Se agregan los libros de autoayuda, en los que alguien nos entretiene con recetas infalibles para quitarnos las preocupaciones, la timidez, la sensación de vulnerabilidad.

Por contraste, el arte que nos alivia, hace que la realidad nos parezca más dolorosa.

(1) (Maldita) Felicidad publicitaria
Loción infalible contra las molestias
Menos culpa y menos estrés
Por ahora necesitamos la pobreza
Trabajo molesto y seguro
Vivir es molesto

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