lunes, 7 de abril de 2014

Gastronomía y noticieros


La crueldad explícita en los medios de comunicación y en Facebook puede tener la intención de compensar nuestra insensibilidad (por saturación adaptativa y saludable), o puede responder al hecho de que, quienes las publican conservan la psicología infantil, teniendo en cuenta que los pequeños disfrutan de escenas que un adulto no podría tolerar sin erizarse.

Así como nuestro paladar se acostumbra a determinadas intensidades gustativas, sin las cuales el placer gastronómico no ocurriría, propongo pensar que la crueldad que vemos en los noticieros (y también en Facebook), responde a una especie de insensibilidad que padecemos los espectadores (y amigos en Facebook).

Los medios de comunicación necesitan convocar nuestra atención y para ello tienen que excitarnos, provocarnos emociones tan fuertes como los sabores de quienes prefieren la comida muy condimentada, porque sin abundante sal y pimienta la encuentran insulsa, desabrida, incomible.

Sin embargo, no solamente ha aumentado la crueldad explícita —en los informativos y en Facebook—, para compensar nuestra insensibilidad adaptativa. Les propongo considerar otra causa.

Se dice que la educación ha perdido eficacia en casi toda América Latina. Eso está reflejando que emocionalmente estamos más inmaduros. Estamos intelectualmente más subdesarrollados que antes.

La psicología infantil tiene, entre otras características, una especial incapacidad para entender el dolor ajeno. Ellos no pueden, dada su falta de maduración emocional y neurológica, entender cuánto sufre un semejante herido o enfermo. Para los pequeños no existen escenas terribles como existen para los adultos. Si prestamos atención a los relatos clásicos constatamos cuántos padecimientos sufren sus protagonistas, para deleite de los pequeños.

En suma: propongo pensar que nuestra insensibilidad puede estar causada por saturación de estímulos (como una respuesta adaptativa saludable) y también porque muchas personas, quizá esas que publican en sus muros imágenes muy crueles, son emocionalmente tan inmaduros que las encuentran disfrutables, de modo similar a como los niños encuentran divertido que el lobo se coma a Caperucita Roja.

(Este es el Artículo Nº 2.186)


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