miércoles, 5 de octubre de 2011

El placer es malo si duele

Aunque nuestra cultura se opone al hedonismo, es saludable el intento de aliviar todas las molestias propias del fenómeno vida.

Es probable que el fenómeno vida (1) funcione mediante la aparición de estímulos dolorosos y placenteros en cada ser vivo.

Ejemplos muy claros corresponden a las necesidades básicas: hambre, sed, cansancio y la placentera saciedad lograda después de comer, beber y dormir.

También es probable que exista un error en ese mecanismo.

Si pensamos que todo placer es útil para la conservación del fenómeno vida, confundiremos los alimentos con otros calmantes.

Lo digo de otra forma: todos sabemos qué nos alivian los dolores. Cuando elegimos ingerir alimentos, agua o descansar, todo está bien, pero cuando elegimos alcohol o anfetaminas para calmar el hambre y el cansancio, estamos logrando el mismo alivio placentero que comiendo o bebiendo, pero desde hace unas décadas sabemos que a mediano plazo esas elecciones acortarán nuestra existencia.

Es posible entonces que nuestro instinto falle cuando utilizamos calmantes perjudiciales. Su error está en considerar que cualquier proveedor de placer es bueno.

En suma 1: los humanos podemos creer que cualquier agente proveedor de placer es bueno y a partir de esta generalización queda debilitado nuestro criterio de selección.

Este error está asociado a sus opuestos: lo que nos produce dolor es malo y lo que no nos proporciona placer es inútil.

El vocablo hedonismo define la “Doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida.”

Esta doctrina cuenta con severos opositores porque entienden que el puro placer es vicioso, libertino, empobrece el espíritu, degrada los vínculos sociales.

En suma 2: la naturaleza se encarga de proveernos suficiente dolor (hambre, cansancio, heridas, ambición, frustraciones) y parece saludable buscar los respectivos alivios, es decir, buscar sólo el placer ... (sin perjudicar a otros que también lo busquen).

(1) El fenómeno vida está profusamente comentado en el blog titulado Vivir duele

●●●

No hay comentarios: